Deja que la PASIÓN mueva tus pasos

La pasión es el alma de nuestros pasos, es la gasolina de nuestros actos, la que da la fuerza, la chispa necesaria para actuar, para comenzar de nuevo, para seguir un camino.

Cuando hablo de pasión, hablo de esa energía, de esas emociones que nos envuelven cuando comenzamos algo nuevo, esas cosquillas en el estómago, esos nervios que nos impulsan y nos llevan a sensaciones positivas, como el entusiasmo, optimismo o la alegría.

Esa pasión, que parece cuando se empieza a realizar algo nuevo, esas ganas de hacerlo bien, de, por así decirlo, “querer comerse el mundo” es la que hay que tener en cada paso de ese nuevo proyecto, no sólo en el comienzo, sino en todo él. 

En cada momento, en cada decisión, hay que poner Pasión, optimismo, hay que llenar esas decisiones de positividad y sobre todo de esas ganas de comerse el mundo.

Esto es lo que diferencia a una decisión que puede llevarnos al éxito, de una que no lo hará.

Si tomamos la vida con pocas energías, con pensamientos negativos, con dudas y reproches, no conseguiremos lo que nos proponemos, se convertirá en un círculo vicioso que acaba con sentimiento de frustración y perdida, que nos devuelve al comienzo, al comienzo negativo, dudoso y apenado.

En cambio si nos tomamos la vida con pasión, con pensamientos positivos, si cada decisión que tomamos, la decidimos desde un posicionamiento emocional estable, adaptativo y sin dudas, se creará un círculo vicioso positivo, es decir, la toma de decisión desde este ángulo y si es exitosa, culminará con un agradable sentimiento de triunfo que nos encauzará hacia otra toma de decisiones llena de pasión.

Si la decisión es fracasada, no nos pesará tanto el haberla tomado, porque se habría hecho desde la cordura y con la mente despejada de pensamientos pesimistas, esto hará, que el aprendizaje sea más positivo y tomemos las decisiones siguientes con un conocimiento mayor de nosotros mismos.

“DEJA QUE LA PASIÓN GUÍE TU CAMINO, QUE ENVUELVA TUS DECISIONES, QUE TE LLENE LA VIDA”

¡SER EL UNICORNIO!

Nos encabezonamos en querer ser mejor que las demás personas que nos rodean, en superar a nuestros compañeros de trabajo a la hora de conseguir los objetivos, a nuestros hermanos/as por el cariño de unos padres, a los compañero de equipo en un partido deportivo o que nuestros hijos sean mejor que el resto de compañeros en notas o puntuaciones.

Competimos con las personas equivocadas, cada persona es diferente, cada uno tiene sus propias habilidades y competencias, que se pueden asemejar a las nuestras, pero que nunca serán iguales. Esto hace que compitamos para nada, eso no nos ayuda a mejorar al fin y al cabo, ya que crea tensiones, emociones negativas que envuelven el ambiente que nos rodea.

Con la única persona con la que debemos de competir es con NOSOTROS MISMOS. Cada día debemos intentar superarnos y ser un poco mejor que el día anterior, ponernos metas y afrontarlas con nuestras habilidades y competencias y crecer cada día de nuestros actos, aprender de los errores que nosotros mismos cometemos, analizarlos y profundizar en las soluciones.

Cada día mirémonos en el espejo un segundo al despertar, contemplemos a la persona del otro lado del espero, es ella la que rivaliza con nosotros, es a ella a la que debemos superar cada día, con energía, positividad, entusiasmo, control emocional, trabajo duro y constancia.

De todo esto sale el título de este post, “SER EL UNICORNIO”. No hay que ser mejores que los demás, hay que ser una versión mejorada de nosotros, una versión 3.0, sacar el UNICORNIO que llevamos dentro y brillar.

“La constancia, el trabajo óptimo, inteligencia emocional y  la positividad son la clave para mantener una mente sana y activa, son la clave para ser cada día un poco mejores”

Pensar, Sentir, Actuar

Muchas veces actuamos sin pensar, sin atender a la emoción que puede generar; pensamos sin llegar a actuar o sentimos sin saber de dónde viene esa emoción.  Estas son conductas, emociones y pensamientos que nos llevan a la frustración, ansiedad, desasosiego o  hacia ideas negativas que se vuelven círculos viciosos en nuestras mentes, retroalimentadas negativamente por las emociones que evocan.

Son estos tres conceptos los que se tienen que tener claros y de los que hay que ser conscientes para tener una vida equilibrada, ajustada y justa para nosotros mismos y los demás.

Un PENSAMIENTO, una idea no es nada si no se lleva a cabo, si no se ACTÚA, y lo mismo es una conducta realizada, no es nada si no lleva consigo un pensamiento anterior, una construcción mental de las posibles consecuencias de ese acto o conducta.

Uno de estos conceptos, y que a menudo se olvida, o que simplemente se deja llegar, sin atender a él o sin proveerlo es el SENTIR; las emociones que evoca todo pensamiento o actuación.  Una buena inteligencia emocional, pasa por el autoconocimiento de nuestras emociones, cómo los expresamos, interiorizamos y  cómo actuamos ante ellos. Posteriormente,  pasa por entender las emociones de los demás, cómo las expresan y cómo pueden actuar ante cada una de ellas, para,  por último, poder ponernos en su situación y poder comprender lo que sienten en cada momento, esto es lo que se llama Empatía.

Por ejemplo; cuando le tenemos que dar una mala noticia a una persona, primeramente debemos PENSAR como se lo vamos a decir e indagar en lo que esa persona puede SENTIR tras la noticia, al igual que lo que nosotros mismos podemos llegar a SENTIR. También hay profundizar en las emociones, que el simple discurso, por sí solo, puede suscitar y provocar.

Estas son algunas pinceladas de la fuerza que pueden tener el PENSAR; SENTIR Y ACTUAR  a la vez, para que hagan en vuestras mentes cierta incisión y os lleve a reflexionar sobre ello. 

100 CAMINOS=UNA META.

Una meta es una decisión, un objetivo a conseguir, una consecución de un camino que franquear. Ponerse una meta es relativamente fácil, uno piensa en lo que desea, indaga en sus preferencias (se expone una manera de hacerlo en un post anterior, “Yo y mi Yo”) y se pone esa meta, pero ¿cómo se llega a esa meta? esa es la pregunta que se hace la mayoría de la gente y es lo que se va a explicar en este post.

Como dice el título de esta entrada, toda meta tiene muchos caminos, un mismo objetivo puede tener mil formar al que llegar a él, simplemente hay que elegir el correcto para nosotros.

Desde la Terapia Icónica (Santiago, S) se presenta una manera de elegir ese camino, de indagar en las opciones positivas y negativas de cada paso para ir seleccionando el indicado.

La técnica que se propone, desde esta metodología, se llama “Técnica del Ramillete” y tiene los siguientes pasos:

1.   Recuerda tu meta vital: Establece un objetivo, una meta final y divídela en metas cortas, las cuales deben de ser realistas y consecuentes con lo que queremos conseguir.

2. Piensa en las alternativas (mínimo 4): una vez dividida la meta en submetas, debemos elegir cuatro alternativas para llegar a ella, cuatro caminos que nos lleven a esa meta.

3. Describe las ventajas e inconvenientes; ninguna será la correcta al 100%: Posteriormente se deben de pensar las ventajas y los inconvenientes de cada uno de los caminos. Es importante saber que ninguna será la correcta totalmente, todas tendrán algún inconveniente que deberemos de asumir y afrontar de manera positiva.

4. Asume los inconvenientes: Como se exponen en el punto anterior ninguna elección es correcta al 100% y debemos de asumir los inconvenientes que puedan aparecer y posteriormente las consecuencias que tenga el llegar a la consecución de la meta, ya sean positivas como negativas.

5.   Es imprescindible pensar que “no avanzar”, estancarse en la elección de una decisión, es avanzar en una decisión indefinida que te mantiene en el problema: La elección de la alternativa de camino es importante y debe de hacerse, una vez estudiadas las desventajas y ventajas de cada opción, hay que elegir. No importa si al final no es la alternativa correcta y no se consigue llegar a la meta, no hay que tomarlo como un fracaso, sino como una aventura en el camino, como un entrenamiento para posteriormente seguir otro camino con mayor fuerza, con un aprendizaje adquirido del anterior  y una mayor sabiduría  de nosotros mismos y de nuestras capacidades.

Esta técnica se llama Ramillete porque de una meta salen submetas y de esta alternativas con sus puntos positivos y sus puntos negativos y acaba siendo un camino ramificado con diferentes sendas que hay que seleccionar y explorar con una visión positiva y consecuente con lo que queremos conseguir.

ACTÍVATE

"Los primeros momentos del día influyen considerablemente en el estado de ánimo que tenemos durante el resto del día o la mayor parte de él".

Levantarse con motivación y entusiasmo todos los días, a veces, resulta complicado. Nos acostamos con nuestras preocupaciones, pensamientos y con el cansancio de toda la jornada, esto suele ocasionar que nos despertemos con la moral baja, desanimados y con pensamientos negativistas y de baja autoestima.

En este post os traigo una rutina que os ayudará a subir la serotonina en vuestro cerebro, neurotransmisor de la felicidad y la alegría, ¡VAMOS ALLÁ!:

• Poner en vuestros despertadores una canción que os motive, alegre y movida y despertad con un bailoteo  (Es importante cambiar la canción con frecuencia para que no se acabe convirtiendo en una canción negativa que despierte pensamientos y emociones desadaptativas por la asociación Canción-alarma-madrugar).

• Realizar ejercicios de estiramiento para activar la musculatura. Con el baile y el ejercicio liberamos endorfinas, en nuestro cerebro, que producen euforia y un estado de bienestar general.

• Desayuna en condiciones, sacia tu hambre con alimentos saludables, frutas, pan, cereales… en definitiva alimentos que nos sienten bien.

Estas sencillas y, a simple vista, cotidianas acciones os ayudarán a comenzar el día con ENERGÍA POSITIVA para afrontar todos los obstáculos.

Yo y mi Yo

Pensar que NOSOTROS SOMOS LA PERSONA MÁS IMPORTANTE DE NUESTRA VIDA suele sonar algo egoísta, ególatra e incluso antisocial, pero no debería de ser así.

Durante todo el camino de nuestra vida, es quien nos acompaña, quien nos marca los pasos, la sombra que nos guarda las espaldas. todas las decisiones de nuestras vidas vienen tomadas por nosotros mismos, cómo nos vestimos, cómo interaccionar con otras personas, todo.

¿Alguna vez habéis pensado cuáles son los valores que os identifican?, ¿cuáles son las áreas a mejorar en vuestra personalidad?, en vuestra vida laboral, habilidades o cualidades. Es importantísimo conocerse a uno mismo, para poder proyectar al exterior quienes somos.

Propongo un ejercicio, llevará algo tiempo pero puede aclarar un poco la idea que tenemos del Yo. Los materiales necesarios para el ejercicio son, un espejo y un rotulador o rotuladores que luego sean fáciles de borrar, como por ejemplo los de pizarra. Una vez tenemos los rotuladores nos ponemos delante del espejo y encima de nuestro reflejo escribimos: YO NOMBRE SOY.... y nos miramos al espejo, observamos como somos, nos tomamos un tiempo para tomar conciencia de nuestro rostro, nuestras facciones y pensamientos en ese momento.

Una vez tomada la conciencia agarramos el rotulador y, alrededor de nuestro reflejo, vamos a pensar en las CUALIDADES que tenemos, en las COSAS buenas o POSITIVAS que hacemos todos los días y las escribimos en el ESPEJO. Al principio puede que os cueste, puede que no encontréis demasiadas cosas, pero no entréis en pánico, es normal y no pasa nada, poco a poco iréis tomando conciencia de vosotros.

Luego, cuando hayáis finalizado, debéis hacer una foto de ese espejo con vuestro reflejo y llevadlo como fondo de pantalla en el móvil para visualizarlo y sed conscientes de los valores que os identifican y os ayudan a avanzar.

Haced este ejercicio una vez por semana. 

Escucha Activa

Actualmente se habla mucho, en diferentes entornos, sobre Escucha Activa, pero ¿sabemos qué es realmente la Escucha Activa?.

Carl Rogers, su impulsor, la define como "Una habilidad del ser humano para escuchar de una manera “sensible”, con total conciencia del mensaje que expresa el individuo, haciendo un esfuerzo por captar su percepción lo más fidedignamente posible".

Desde mi punto de vista, es fundamental llevarla a la práctica, no solo en el ámbito laboral, sino también en el personal, en la vida diaria.

Escucha activa es más que oír, es poner todos los sentidos en la conversación, centrar la atención en la otra persona, atender, no solo al diálogo (mensaje verbal), sino también al no verbal, a las emociones transmitidas, hacer ver a la otra persona que se la está escuchando, que estamos poniendo nuestra concentración en la conversación,  en lo que quiere transmitir.

La objetividad debe de estar presente siempre en nuestra escucha, no prejuzgar ni inferir prejuicios de la otra persona. Debemos de tener cuidado en no volcar nuestras emociones y opiniones personales en la comprensión y significado del mensaje a escuchar.

Es importante poner los sentidos, para poder responder de forma adecuada, reflejando la emoción correcta y con el contenido que precisa el diálogo.

Recuerden; No es lo mismo Oír que Escuchar.